En palabras de Miguel Lorente Acosta, "necesitamos acercarnos al mundo de la discapacidad, no para describirlo o conocerlo mejor, sino para vivirlo, para hacer de él parte de nuestra realidad y evitar que los Derechos Humanos se pierdan por las estrechas calles construidas por quienes pretenden situarlo en los arrabales de la convivencia. Y para ello necesitamos conocimiento, perspectiva histórica y compromiso presente para alcanzar ese futuro transparente en igualdad, sin cristales en el techo ni escalones de metacrilato, pero tampoco con zapatos de cristal que conviertan a la mujeres en princesas durante unas horas. Sólo pedimos igualdad, eso es lo complicado, y el libro de Cristina González Moya lo hace con rigor y con emoción".