"Qué es el amor sino un golpe en el alma que destruye todo tu mundo, que deja todo lo que en ese momento es importante relegado a un segundo plano junto al olvido. Qué es el amor sino entregar tu cuerpo sin condiciones, sin reservas, a un desconocido, y confiar ciegamente que lo cuide y lo valore por amor. Qué es el amor sino la mayor de las apuestas, y la más absurda de ellas, ruleta de dicha o pena".
El doctor Ibrahím se siente abatido. Reflexiona, una y otra vez, sobre las palabras de ese joven de rizo áureo llamado Gabriel. Había vistos otros casos parecidos, parejas que llegan al hospital, uno se muere, el otro no, aunque parte de su hálito de vida también se desvanece a medida que el del cónyuge se apaga. Ambos, unidos por un amor tan fuerte, que la vida del uno sin el otro se hace prácticamente insoportable, se agarran a lo único que les queda, el recuerdo de una existencia plena gracias a su unión. Pero de todos los casos vividos por el viejo doctor, Gabriel, mediante su relato, hará que sus cimientos tiemblen y sus miedos desaparezcan para poder volver a aceptar el amor.
