Bárbara Pineda Alguacil, Sor Lujuria al inicio de su carrera profesional y Diosa del ladrillo tras lograr su meta, es una joven granadina de exquisita formación cultural que desciende de una lujosa estirpe de barraganas y de un influyente párroco de la ciudad. Con veintidós años decide valerse de su extraordinaria belleza e inteligencia para alcanzar el sueño que volvía loca a media España: bienes inmuebles y dinero negro. Cinco años después, Bárbara entra en la crisis de La burbuja inmobiliaria indemne y millonaria. Y, lo más importante, el a sí misma: virgo intacta. "La diosa del ladrillo", bajo un marcado tinte de novela negra, destila un surrealista erotismo destinado a perpetuarse en el reino más sutil de la pornoescritura.