"Concédeme silencio es un libro de gran delicadeza, en el que, sin duda, el poeta sabe tratar tanto temas tradicionalmente líricos como otros más actuales, relativos a dramas de seres humanos que se encuentran al margen de la sociedad, o viven en la sordidez de una vida sin futuro... Alcanza en muchos momentos gran belleza de expresión religiosa, como por ejemplo en el siguiente terceto:
Ya está tu cuerpo inmóvil, sin latido, sobre el rudo madero; sometido al rigor solidario de la muerte."
(Comentario del Jurado del Premio Mundial XXXII Fernando Rielo de Poesía Mística).