En "Los brazos de Shiva" la escritora Josefina Infante explora su identidad entre dos culturas: la española y la norteamericana. Los brazos del dios hindú nos transportan mágicamente al ambivalente mundo de la autora, haciéndonos bailar cósmicamente por las páginas de sus cuentos. Creación y destrucción, elementos de la vida y de la muerte que el dios hindú representa, son una constante en la narrativa de esta autora que con sus palabras nos transporta a Coney Island, la Barceloneta, el Parque Central, Sabadell, Greenpoint y otros muchos lugares del ambiente barcelonés-neoyorquino, en el que se crearon su vivencias y memorias.